Inversionistas

Como inversionista o emprendedor, existen múltiples opciones que podrían permitirle a usted y su familia inmediata (cónyuge e hijos) mudarse a los Estados Unidos. La opción a seguir depende de sus objetivos, sus medios de capital y el grado de riesgo que está dispuesto a asumir.

Los inversionistas suelen obtener visas L, E1, E2 o EB-5 para ingresar a los Estados Unidos. La visa L (transferidos dentro de la compañía), E1 (operador de tratados) y E2 (inversionista de tratados) son visas de no inmigrante, es decir, el destinatario y la familia inmediata (cónyuge e hijos menores de 21 años solteros) pueden residir y trabajar en el Estados Unidos temporalmente. El programa EB-5 es un proceso de visa de inmigrante, que da como resultado la residencia permanente condicional para el inversionista y la familia inmediata durante dos años. Luego, noventa días antes de la expiración de los dos años, el inversionista puede solicitar la eliminación de las condiciones y convertirse en residente permanente siempre que se cumplan las condiciones requeridas para el programa EB-5. La residencia permanente finalmente permite la naturalización (convirtiéndose en ciudadano de los EE. UU.) después de cinco años como residente permanente.

Las clasificaciones de visa mencionadas anteriormente se pueden utilizaar de manera independiente o en conjunto para cumplir los objetivos del inversionista. Por ejemplo, un inversionista que posee una fabrica en el extranjero puede querer comenzar a vender los productos fabricados en el extranjero al mercado de consumo de EE. UU. Si el inversionista es de un país tratado, puede solicitar una visa de inversionista E2 (no inmigrante) para abrir el punto de venta en los EE. UU. Unos años después de establecer el mercado minorista y sentirse razonablemente seguro de que es a largo plazo, el inversor puede decidir hacer una inversión en los EE. UU. acorde a las regulaciones de la visa EB-5 para aumentar el número de puntos de venta, crear los empleos requeridos y solicitar una visa EB-5, lo que daría como resultado la residencia permanente. En este caso, al inversionista / empresario se le permitiría establecer el negocio en los EE. UU. a través de una visa de no inmigrante, lo que les permitiría a sus hijos asistir a la escuela y vivir en los EE. UU. temporalmente, y luego decidir buscar la residencia permanente, a traves de la visa EB-5 después de establecer el negocio.